Rendimiento
RENDIMIENTO EN REACCIONES QUÍMICAS
¿Alguna vez has intentado cocinar para, por ejemplo, 8 personas; pero ¿Cuándo terminas la preparación te das cuenta de que en realidad solo hay comida para 7?; pudo haber sido por un error de cálculo al principio, porque la comida tenía mucha agua y terminó encogiéndose al ser cocinada o porque desperdiciaste algo por alguna equivocación.
Bien, pues en términos químicos, el rendimiento teórico sería la comida para 8 personas; es decir, la cantidad que tú esperabas obtener. Sin embargo, obtuviste comida para solamente 7 personas, menos de lo que esperabas; esto sería el rendimiento real o experimental.
Un ejemplo común son las espinacas son una comida que podría compararse con el bajo rendimiento químico; cuando no están cocinadas, parece que tenemos una gran cantidad; pero, cuando las cocinamos, pierden un gran volumen de agua, por lo que nos quedamos con una cantidad mucho menor de la esperada inicialmente.
¿QUÉ ES EL RENDIMIENTO QUÍMICO?
El rendimiento químico es la cantidad de producto que obtenemos a partir de los reactivos de una reacción. Este puede ser rendimiento real (también denominado rendimiento experimental) o teórico. Se utiliza para conocer la eficiencia de una reacción.
Por lo tanto, hemos calculado que nuestro porcentaje de rendimiento es: 70 %, es decir que hemos obtenido el 70 % de la cantidad de producto que debíamos de obtener.
NOTA:
A veces, hay factores que pueden afectar a nuestro rendimiento, como por ejemplo que algún producto se quede en el aparato y, por tanto, no se mida; también, el reactivo puede no ser puro; o podemos obtener productos adicionales, debido a reacciones secundarias que no hemos tenido en cuenta.
¿CÓMO MEJORAR ESE RENDIMIENTO?
Cuando llevamos a cabo una reacción, nos interesa que su rendimiento sea lo más alto posible; por eso, hay que tener en cuenta algunos factores, antes de realizarla, con el fin de obtener la mayor cantidad de producto posible.
Algunos ejemplos son:
- Asegurarse de que todo el material que vayamos a utilizar esté limpio y completamente desinfectado, sin restos de otros productos.
- Utilizar reactivos que sean puros, para evitar las reacciones secundarias que pudieran tener lugar si el reactivo estuviese contaminado por otro. Esto también es aplicable a los disolventes.
- Tener una precisión absoluta en las cantidades de reactivos que utilizamos en la reacción; es importante poner la medida justa que tenemos que utilizar: ni más ni menos.
- Mantener la reacción a una temperatura adecuada.
- Estar pendientes de la reacción durante todo el tiempo que dure, para poder corregir cualquier problema que pudiese surgir durante su transcurso.
- Si alguno de los productos es un gas, utilizar el método adecuado para recogerlo y que no se desperdicie en el aire el producto.
- Parar la reacción en cuanto termine.
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